Dos sonetos a Guiomar
Este poema escrito por Antonio Machado pertenece concretamente a las Poesías de la Guerra Civil, publicadas entre 1936 y 1939. Por su temática amorosa, se puede meter dentro del Modernismo intimista, aunque también contiene una crítica a la Guerra Civil que podría conectar con el tema de España presente en sus textos de la Generación del 98. El poeta observa el mar que se pierde en el horizonte y piensa en su amada, roto el amor y alejado por culpa de la guerra. Se trata de un poema a su amada, Guiomar, que es Pilar de Valderrama. Sólo la guerra los separa, Guiomar en Galicia y Machado en Valencia. Aparece un verdadero sentimiento amoroso, aunque la expresión de diosa lo hace poco real ya que el mismo se representa como su trovador.
Este soneto pertenece a la última etapa poética del autor, marcada por una reflexión más intimista sobre los temas que le preocupan. Además está dedicado a su amor de sus últimos años, Guiomar. El autor muestra sus sentimientos sin olvidar lo horrible de la guerra por lo que el poema es crítico e intimista al mismo tiempo. Por este motivo, se le puede considerar un claro ejemplo de cómo son los poemas de la última época del autor.
Aparece como símbolo el mar que en Machado suele hacer referencia a la muerte, sin embargo, el mar en este poema tiene un sentido denotativo, ya que cada uno se encuentra en un punto de España bañado por un mar diferente y, entre los dos, se encuentra la culpable de su separación: la Guerra Civil, que ha impedido que puedan estar disfrutando de su “amor tardío”, que es un amor de vejez.
En cuanto a su carácter literario, se trata de un soneto que contiene dos cuartetos y dos tercetos, de rima asonante y de arte mayor.
De entre la variedad de recursos estilísticos utilizados por el autor destacan las personificaciones encontramos dos, una en el segundo cuarteto, “miras hacia otro mar, la mar de España que Camoens cantara, tenebrosa” ya que dota al mar de un tópico que no le es propio, ya que la mar no puede ser tenebrosa. La siguiente personificación la encontramos en el primer terceto,” la guerra dio al amor el tajo fuerte. Y es total angustia de la muerte”, en este caso es a la muerte a la que dota con una característica propia del ser humano. También encontramos un asíndeton ya que omite las conjunciones cuando estas son esperadas por lógica, esta la encontramos en el primer cuarteto. Encontramos además una antítesis, “ Acaso a ti mi ausencia te acompaña” ya que enfrenta dos pensamientos opuesto, ya que si es ausente no puede acompañar, otro recurso que encontramos es la metáfora que la encontramos en el mismo lugar que la antítesis, en el segundo cuarteto ya que compara a Guiomar con una diosa, además encontramos un paralelismo en el segundo terceto,” y la soñada miel de amor tardío, y la flor imposible de la rama” y un hipérbaton en el segundo terceto “que ha sentido del hacha el corte frío”
En general el ritmo de este poema es lento ya que aparece gran cantidad de sustantivos, epítetos y adjetivos, ya que, por ejemplo, en la primera estrofa solamente aparece un verbo conjugado, por lo que abunda el estilo nominal.. Generalmente el poema está escrito en primera persona, lo que le da una gran subjetividad, así como el uso del subjuntivo en “cantara”. Sin embargo la mayoría del poema se encuentra en modo indicativo, lo que le da cierta objetividad al poema y cierto carácter descriptivo. Los tiempos verbales que se usan